martes, 26 de agosto de 2008

AYÚDAME, POR FAVOR, CON MI TRISTEZA...

Si oyes un susurro acongojado...
es mi corazón que llora.
Es un caudal de lágrimas hiriendo
mi espíritu.
Desde la luna de ayer, me duele el alma...
¡¡¡Si tú supieras cuánto!!!
Es tristeza que se adueña de mi ser...
y yo... yo sola, no puedo alejarla.
Solamente llorar en silencio y entregar
mis penas...
como tantas veces lo hiciera mi corazón,
mezcla de acero y ternura.

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